miércoles, 5 de marzo de 2014

5 consejos para casaderas

Hoy publicamos un post que me hace muchíiiisima ilusión porque es de mi amiga Myr, una novia hipster de las auténticas, que se hizo su boda entera a mano en seis meses y le quedó preciosa. Juzgad vosotros mismos el ramo que se hizo ella solita:

Foto de We are stories
Vivir los preparativos de la boda con ella fue muy especial así que os dejo con sus cinco consejos para casaderas y sus propios dibujitos para ilustrarlos :)

Cinco consejos para casaderas (M. G. de Prado)

Llega un día que no es igual que el día anterior. Sí, porque te casas. Los días que sigan a esta decisión tu mente echará humo para preparar ese gran día.

Sea o no sea un sueño de toda tu vida, yo soy de este segundo grupo, sin duda quieres que sea especial. Es un tópico pero todas las que hemos pasado por ello, sabemos que es un día único. Mucho cuidado con esta idea, puede apoderarse de ti. Puede entrar en tu cuerpo y llevarte a alquilar el Palacio de Versalles, la calabaza de la mismísima Cenicienta o a querer que cante Madonna durante la ceremonia… Ríete ¿pero cuántas novias han perdido la cabeza porque ese día sea maravillosísimo?  ¡Así que cuidado! Está bien que se patine a lo loco con algunas cosas, pero no que sea un desmadre.

Y aquí surge mi primer consejo: Tu boda debe ser reflejo de tu vida. Un peligro es ver blogs de bodas de ensueño y querer que todo esté en tu boda. Recuerdo mirar bodas monérrimas mientras comía de mi tupper y decirme a mí misma: “¡De qué vas!”.





Por supuesto, con mucho dinero se puede hacer una boda estupenda, pero sin él también. ¡Es completamente cierto! Y es algo que debes creerte. Eso sí hay que echarle más energía. No quiero decir que no te des caprichos, sin duda es el día, pero siendo sensata.

Segundo consejo: Tu boda debe hablar de vosotros. De vuestra historia, de cómo sois…



No hay nada más triste que sentir que a “esa boda” que has asistido lo único que cambian son los novios respecto a otras. Hay bodas que más que una celebración parece que son la firma de una hipoteca. Así de triste. La historia de una pareja es única y es importante reflejarlo ese día. Es importante que estéis presentes en todos los detalles.

Tercer consejo: La boda no es sólo el día X, es todo lo que precede. Seguro que ya lo has oído, pero el día pasa taaaannnn rápido. 




Te quedará esa extraña sensación de sueño o realidad. En muchos casos ni las fotos esclarecen ese misterio ¿Sabéis de lo que hablo?:) Así que no te pierdas la oportunidad de disfrutar de los preparativos. Ilusiónate con las invitaciones, piensa en la ceremonia (muchas veces es la gran olvidada) y sin duda, maquina todas las chorradas que te apetezcan, es la gran oportunidad que tienes de hacerlo… Yo reconozco que me lo pasé genial, tanto el día de la boda como pensando todo lo que iba a ocurrir durante los preparativos. ¡Nadie debería perderse esa experiencia!

Cuarto consejo: Haz lo que te dé la gana. No eres Letizia Ortiz ni ninguna otra princesa europea o bueno quizás, sí. 



En el caso que no seas parte de la realeza, no sientas que tienes que tienes un protocolo que cumplir. Un clásico es el comentario de “las novias llevan manicura francesa, colores sencillos, son más elegantes”. Y a ti que te parezca un “poco sosaina” y termines haciendo caso. Así que mi consejo es pintate las uñas rojas si es lo que deseas, no hagas baile si odias ese momento, no cortes la tarta si te horroriza. ¡Así que cero protocolos!  

Y el quinto y último consejo: Disfruta de la boda. ¡Ohhh! Pensarás vaya consejo y seguro que ya lo has oído, pero creo que es importante remarcarlo. Es un decisión vital y has decidido compartirla con quienes más quieres y lo has preparado todo. Resulta además que es verdad que te casas y ese día existe en el calendario. Yo tuve mis dudas que se saltara mi día y pasara sin tener mi boda.


¡¡Por Dios disfrútalo!! Ya da igual que falten peonias en los jarrones, que el candy bar lo hayan puesto en un lugar distinto, incluso que tu suegra aparezca con un palabra de honor. Te lo digo yo que puse unas bonitas sombrillas japonesas para que los invitados se cubrieran del sol y éste no apareció por mi boda. Vino en su lugar un estupenda lluvia. Pero que más da, lo importante es “lo importante”. Eso no lo cambian esos mini detalles que sólo los novios saben, y especialmente, a los invitados les da igual. 



No hay nada peor que unos novios, o lo que es más común, una novia que en su boda no disfruta al máximo de su gran día. Y eso a veces ocurre. Olvida la fase preparativos. ¡Dalo todo con la gente que quieres y que está con vosotros para celebrarlo!

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